Geografía

Desde principios del siglo XVI, la comarca de las Breñas se convirtió en una de las mejores zonas vinícolas de la isla. En 1560, Thomas Nichols decía que "los mejores vinos de La Palma se crían en un cantón llamado Breña que produce todos los años mil doscientos barriles de malvasía; y es de la misma fertilidad en frutas y granos".

En esta época era constante la distinción territorial entre la Breña de Arriba y la Breña de Abajo. Así pasaron los años hasta que llegó 1634, año en el que ambos pueblos estuvieron unidos en una sola jurisdicción conocida como las Breñas, con su alcalde pedáneo nombrado por el Cabildo del Antiguo Régimen. La división de los dos pueblos, denominados Breña Alta y Breña Baja, fue establecida por acuerdo de la Justicia de la isla en auto que lleva fecha de 20 de noviembre del citado año, a petición de los vecinos de esta localidad.

La división trajo consigo una confrontación cuando llegó el momento de repartir el pósito, que había sido fundado por los vecinos de ambas localidades para repartir en tiempo de sementera a los labradores pobres y en los de sequía y escasez para todos los vecinos sin excepción. Por esa razón y en la citada fecha intervino el magistrado con residencia en La Palma, disponiendo que se dividiese el caudal de dicho establecimiento por mitad entre ambos pueblos, correspondiendo a cada parte 3.750 reales antiguos, con lo que en apariencia quedó zanjada la cuestión a satisfacción de todos.

Por la misma razón, la Montaña de la Breña y sus alrededores fue motivo igualmente de una disputa entre los vecinos de la comarca, pues el Cabildo la había reservado como zona comunal de pastos "y cuyas usurpaciones -narra Juan B. Lorenzo- le costó a la Corporación muchos y muy costosos pleitos". Por dicha razón, el Cabildo cedió dicha montaña a la Sociedad Económica de Amigos del País, para que invirtiese los beneficios de los productos en gastos de secretaria y otros que fuesen necesarios. La Sociedad Económica apeló al Supremo Consejo de Castilla pidiendo la real aprobación de esta data para verificar su propiedad, la cual no llegó a confirmarse, razón por la cual la citada montaña, después de la constitución de los municipios, siguió en posesión del ayuntamiento de Breña Baja.

Breña Baja está formada por ocho Barrios que son:

Los Cancajos, se encuentra en la costa oriental de La Palma. Habiendo sido en un principio un pequeño pueblo de pescadores, a partir de la década de los 70 del siglo XX se comenzó a desarrollar el turismo. Actualmente es, junto con Puerto Naos, el principal destino turístico de la isla, habiendo varios hoteles y edificios de apartamentos. Posee una playa compuesta por pequeñas calas de arena negra, con 400 metros de largo y 35 metros de ancho.

San José, es el núcleo poblacional del Municipio situado a 300 m. de altitud; se halla atravesado por el Barranco de Amargavinos y en torno a sus calles se dispone un pueblo nuevo donde discurren apaciblemente las vidas de sus moradores.
La antigua iglesia de San José eleva su singular espadaña como testigo de una arquitectura del pasado. De su primitiva fábrica poco resta; la original ermita de 1637 fue ampliada en posteriores centurias y actualmente está declarada Bien de Interés Cultural. Sus campanas aguardan silenciosas volver a tañer cuando los muros y tejados sean restaurados.
Entre tanto, desde 1973, un nuevo templo, muy cerca del anterior, acoge un conjunto de imágenes de gran belleza veneradas por los fieles de la localidad. La talla creada en el siglo XVII del patrón San José convive junto a la imagen de candelero de La Virgen del Rosario, patrona del Municipio.
Junto al moderno Ayuntamiento se encuentra el conjunto escultórico dedicado a las madres, en el que madre e hijo reposan en un lecho pétreo común.
En los aledaños de San José se alzan majestuosas varias haciendas edificadas en otros tiempos. Importantes familias de la Capital fijaron en tierras breñuscas las residencias de verano; en ellas disfrutaban del campo y del buen clima de la zona. La casa Fierro Torres y Santa Cruz, del siglo XVIII (Bien de Interés Cultural), es un claro ejemplo. Sus viejos muros deteriorados nos muestran las formas de construcción de la época y cuenta con una era, lagar, aljibe y numerosos huertos que rodean el edificio.

La Montaña, es un cono volcánico antiguo formado potencialmente de piroclastos (pequeños fragmentos de proyección volcánica). Su silueta redondeada se divisa desde lejos y en su cima, a 565 m. de altitud, existe un bello mirador del que se ven amplias panorámicas desde el mar hasta las cumbres. En este lugar se colocó una cruz con motivo de la entrada en el siglo XX, en 1901.
La vegetación con abundancia de faya, brezo, helechos... crece entorno a este hito geológico; en sus faldas se localiza un centro recreativo y de acampada que por su proximidad a los centros neurálgicos de la Isla hace que sea altamente frecuentado.
Hacia el monte podremos observar antiguas casas de labranza junto a restos de muros de piedra que parcelaban un territorio dedicado, en otros tiempos, a cultivos de secano.